viernes, 12 de octubre de 2012

LOS COLMILLOS DEL TRÓPICO (ENRIQUE VAQUÉ)


LA NOVELA: Jorge, un naturalista obsesionado aún por la muerte de su esposa, recibe el encargo de su familia política de trasladarse al corazón de África: de la finca maderera que poseen entre Camerún y Guinea ha escapado un grupo de perros guardianes que, en estado salvaje, ha desatado el caos en la zona. Junto a él se desplazarán dos científicos más: el incontenible mujeriego Julián Lafarge, y una veterinaria, Bárbara, con pretensiones de mujer de alta sociedad. Sus movimientos desde Douala a Bata se verán marcados por un cúmulo de experiencias -iniciáticas, sexuales...- que irán deshojando sus envoltorios de personas civilizadas. Cuando pasen de perseguidores a perseguidos, un clímax sin retorno alterará definitivamente sus respectivos destinos.
Los colmillos del trópico es tanto una novela de aventuras en un escenario exótico e inquietante como una denuncia de algunas prácticas del mundo occidental en su afán explotador de las riquezas que alberga África. Vaqué conduce al lector a través de una trama vertiginosa, en la que las pasiones y la codicia marcarán el devenir de sus personajes.

EL AUTOR: Enrique Vaqué nació en Valencia y es Doctor en Ciencias Químicas y Máster en Administración de Empresas. Sus años de trabajo en el sector de las materias primas (café, cacao...) le han permitido viajar por todo el mundo, desde las selvas del Amazonas hasta las colinas más altas del Camerún. Viajero incansable, tiene residencia en Valencia, Barcelona y París.
Ha publicado el relato Ahora vivo con Mother Akaaa y ha resultado finalista en el concurso de relatos basados en un texto científico de la Universidad de Murcia, además de ganar el Premio Pedro de Estopiñán de Poesía. Actualmente combina su profesión de ejecutivo de un grupo empresarial químico con clases de posgrado universitario y su perenne devoción por la escritura.

El próximo miércoles día 17 de octubre a las 20.00 horas tendrá lugar la presentación de la novela con la asistencia de su autor, en la librería valenciana COSECHA ROJA: https://www.facebook.com/events/289515501157126/

CARTA DEL LIBRERO NEGRO Y CRIMINAL: ZARAGOZA NEGRA


No conocemos muchas, y seguro que se nos escapa alguna, pero hoy les queremos recomendar siete novelas que transcurren por las calles de Zaragoza. Como que se acerca “el duro cierzo invernal”, que diría nuestro admirado Don Agustín, les proponemos para leer junto a un recio vino de Borja o Cariñena.
La última de Juan Bolea, todavía huele a tinta fresca: Pálido monstruo, en Espasa
Dos de Ricardo Bosque: No mandes flores a mi entierro, y Suicidio a crédito.
El asesino de la Expo, de Luis García Nieto, editada en Huerga & Fierro.
El asesino de Zaragoza, de José Luis Gracia Mosteo. Editada por Zócalo.
Carabinieri, de Fernando Martín Pescador, en Xordica.
El crimen de Nochebuena, de Raúl Tristán, editada por Una Luna Ediciones.
Y la mejor forma de destruir tópicos y lugares comunes es leer novela negra, naturalmente.

MAREAS DE MEDIANOCHE (STEVEN ERIKSON)


LA NOVELA: Tras años de guerras intestinas, las tribus de los tiste edur se hallan bajo el mando del rey hechicero. La paz se logró a un precio terrible: un pacto con un poder oculto cuyos motivos son, en el mejor de los casos, sospechosos; en el peor, mortales. Al sur, el reino de Lether, que desea que se cumpla el papel que profetizaron para él largo tiempo atrás como imperio renacido, ha esclavizado a todos sus vecinos menos civilizados salvo a los tiste edur. El destino ha decretado que también ellos han de caer. La lucha que librarán estos dos pueblos será un pálido reflejo de un conflicto más primitivo. Antiguas fuerzas se unen y con ellas la herida abierta de una vieja traición y un ansia de venganza...

RESEÑAS: Si la saga de fantasía de moda escrita por G. R. R. Martin te ha abierto el apetito de épica medieval, deberías echarle un ojo a los libros de Steven Erikson. Son violentos, sucios, y están llenos de buenos personajes. (Men’s Health)
La saga épica ‘Malaz’ compone una historia absorbente y colosal, todo un universo mágico que reinventa la literatura fantástica. (Guía FNAC)
En la actualidad se está haciendo la mejor fantasía épica. ‘Juego de tronos’ y ‘Malaz: El libro de los caídos’ son las sagas más importantes de este nuevo fenómeno, y son mucho más satisfactorias que la fantasía que nació al amparo de Tolkien. (The New York Times)
La saga de ‘Malaz’ destaca por encima de todas las demás. Es densa, profunda, filosófica, brutal, épica, desbordante, excitante… Lo tiene todo. (Stormsongs)

EL AUTOR: Steven Erikson nació en Toronto, en 1959. Estudió Antropología y Arqueología antes de matricularse en una escuela de escritura.
Desde que empezara a escribir en 1993, ha firmado algunas novelas con su nombre, Steven Lundin, pero ha conocido el éxito bajo su seudónimo, gracias a la saga de fantasía Malaz: El libro de los caídos’, calificada como la obra de fantasía más importante desde Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin. El mundo de Malaz surgió de las mentes de Steven Erikson e Ian Cameron Esslemont (autor de la serie Malaz: el Imperio) para que fuera un guión cinematográfico. Ante la imposibilidad de llevar a cabo el proyecto, Erikson en solitario lo convirtió en la primera historia de la saga: Los jardines de la luna, y obtuvo un rotundo éxito.

CARTA DEL LIBRERO NEGRO CRIMINAL: ELOGIO DE ELMORE LEONARD


Si se cruzan con Elmore Leonard, o saben su dirección, mándenle una felicitación. Ayer, 11 de octubre, fue su cumpleaños. En 1925, nació en Nueva Orleans. Quizá por eso, por que desde pequeño creció entre sonidos de buena música, sus novelas, sus diálogos suenan tan bien.
 Mientras redactaba textos en una agencia de publicidad publicó su primer relato, un western, en un pulp dedicado al western. También su primera novela, dos años, más tarde será del género “de indios y vaqueros”. Seguirá haciendo guiones para anuncios de publicidad, y colaborando como guionista en muchas de las películas “del Oeste” que tanto nos gustan.
 En 1968, publica su primera novela negrocriminal, The Big Bounce:  ya no parará. Y sigue sin parar. Como decía en una reciente entrevista: “Demasiadas pensiones de ex esposas para poder descansar”.
 Su escritura no se parece a la de ningún otro. Quizá sus diálogos nos recuerden a Georges “Eddie Coyle” Higgins, del que él ha reconocido su magisterio.
 Detroit, primero, Florida, después. Sin personaje fijo. Si ustedes esperan sangre y violencia gratuita, si esperan una sucesión desaforada de escenas de acción; si esperan personajes atormentados y disfunciones psicológicas, Elmore Leonard no es de los suyos.
 Ahora bien, si les gusta una novela sin tiempos muertos, ni disgresiones, una novela que huya de los clichés, las imágenes y las metáforas, una novela que se centre, que cuide, que mime, que explique a sus personajes a través de los diálogos. Entonces debe leer a Elmore Leonard.
 Aquí puede encontrar parte de su bibliografía: Tiene bastantes, demasiados, títulos descatalogados. Nosotros podemos buscarlos por ustedes. Ahora publica en Alianza (esperemos que reediten Ciudad Salvaje, que ellos publicaron en su momento). Su última novela es Raylan.
 Hoy nosotros les recomendamos Hombre desconocido 89, que publicó Bruguera en su colección Cinco Estrellas, y que afortunadamente recuperó la añorada Etiqueta Negra de Ediciones Júcar. También está desaparecida pero aún nos quedan unos pocos ejemplares.
 Felicidades, maestro. Gracias.
P.S.) Reproduzco en este post una carta de Paco Camarasa, de la librería NEGRA Y CRIMINAL, pero es que además estoy totalmente de acuerdo con él.incluyendo su última recomendación, aunque yo tampoco me perdería Fulgor de muerte. Pero cada uno tiene sus gustos, ya se sabe.

EL MAR QUE TE DEBÍA (MIKEL ALVIRA)


Los recuerdos nos sustentan, nos alientan, nos dan identidad y, en ocasiones, nos asfixian. Durante las vacaciones de Semana Santa, Virginia y su hija adolescente viajan en autocaravana desde Hondarribia hasta Saint Henri, un pueblo costero de Las Landas. Allí se topan con un coro de fascinantes personajes marcados todos ellos por los recuerdos: dos ancianos que comparten un secreto, un médico enredado en una relación extramatrimonial, los miembros de una cédula de extrema derecha, una antigua militante independentista, una joven florista enamorada y un audaz surfista indignado, entre otros. Madre e hija llevarán al lector a transitar el intenso mundo de las relaciones personales, con sus miedos e ilusiones. Una vez más, Mikel Alvira utiliza la historia reciente de nuestro país como pretexto para suscitar emoción, creando una novela intensa y rápida con sorpresa final.

Artículo publicado en el periódico NOTICIAS  DE NAVARRA (www.noticiasdenavarra.com) de Iruña-Pamplona el 11 de octubre de 2012. Redactora: Ana Oliveira Lizarribar
Pocos meses después de 'Llegará la lluvia' y del poemario 'Cuatro coma cuatro', el escritor pamplonés regresa con la que algunos ya califican de su novela más íntima, 'El mar que te debía' (Ttarttalo), un viaje físico y emocional por las rutas que va dibujando la vida.
Nuevo libro menos de un año después de publicar la novela anterior y de que viera la luz también uno de sus poemarios. Se diría que la escritura es una necesidad, casi una compulsión.
(Sonríe) No, no..., compulsión, no. Espero no llegar a ser maníaco compulsivo de la escritura, aunque muchos de los que nos dedicamos a lo creativo acabamos teniendo alguna neurona cruzada. Más que compulsión, hablaría de estar en continua búsqueda. Escribir es para mí una estrategia para seguir cuestionándome cosas, para seguir explorando. No publico todo lo que escribo, ni siquiera me lo planteo. Hoy por hoy tengo la suerte de poder seguir editando, pero de lo que estoy seguro es de querer seguir reflexionando.
Con tantos lectores fieles que esperan su nuevo título, ¿uno siente vértigo, más responsabilidad cada vez?
Eso, sin duda. No quiero decepcionar a nadie, ni siquiera a mí mismo. Por eso planteo cada nuevo proyecto como un camino sin presiones, sin urgencias. Procuro poner todo mi mimo en cada párrafo, en cada corrección, en la portada, en los diálogos, línea a línea. Igual no es tan importante contar historias como despertar emociones y mis lectores lo descubren porque escribo lo que soy, no lo que sé. A ellos, a mis lectores, debo mi aprendizaje.
¿Qué espera de la novela?
La novela ya me ha dado mucho: con ella he reflexionado y me he divertido. A partir de ahora pertenece a los lectores. Suelo decir que todo cuanto me llega de la mano de las letras es por añadidura. Me siento privilegiado. Estoy en plena promoción, tengo cerca de cuarenta citas con lectores y en cada una de ellas me llevo sorpresas, aprendizajes, emociones... Solo por eso ya merece la pena este oficio.
¿De dónde surge 'El mar que te debía'? ¿Quiénes son esta madre y esta hija?
Los personajes de mis obras son eso, personajes. Sí es cierto que me inspiro en lo que conozco, pero nunca hago biografías; mucho menos autobiografías. La historia de esta novela surge en los vastos arenales de Las Landas un invierno, de la mano de gente querida. Así, al tiempo que el salitre impregnaba mis páginas, el resto lo hizo la exploración del fascinante mundo de los recuerdos, sin los cuales no somos nada. Ha sido una de mis novelas más meditadas. Quizás por eso están diciendo que es la más íntima de las que he escrito. Además, me apetecía situarla en el tiempo actual. Estoy contento.
¡Qué literario es siempre un viaje, un recorrido en el que se van descubriendo otras vidas a la par que uno reflexiona sobre la propia!
En efecto. Quizás por eso esta novela responde a una época mía en la que ando ligero de equipaje. Todo viaje ha de serlo también hacia adentro; si no, es mero turismo. Antes viajaba para investigar antes de una novela; después, para lo que yo llamaba 'beber atmósferas', es decir, captar la esencia de los paisajes en los que situar mis historias. Hoy viajo simplemente para relativizar, en mi caso algo imprescindible para poder escribir.
Nuevamente, misterio, relaciones, emociones, sorpresas... ¿Es la vida una red de hechos y silencios, de realidades y secretos?
La vida es un rompecabezas. Desde El Silencio de las Hayas me ha preocupado esa reflexión. Al fin y al cabo, por mucho que queramos planificarnos el futuro, nunca sabemos hacia dónde nos va a llevar la vida, quién va a abandonarnos o a quedarse para habitarnos, qué seremos o dónde estaremos. Nuestros actos tienen consecuencias impredecibles. Esta novela habla de eso. Aunque... sin profundidades, ¿eh? (risas): ni hago libros de autoayuda ni ensayos de psicología social. Lo mío es entretenimiento.
¿Hasta qué punto es también importante el contexto histórico, su conocimiento directo de la realidad en la que ubica las historias?
Me gusta conocer el terreno que piso, por eso suelo documentarme mucho antes de emprender una novela. El hecho de situar esta historia en la actualidad y en Euskal Herria me ha ayudado. Por formación (quizás debiera decir por deformación) soy historiador, así que me apasiona indagar, rascar en la epidermis de los capítulos de nuestra historia... pero, eso sí, fijándome en las personas, no en las fechas o en las grandes gestas. Me importa la gente.
Lleva cuatro libros con Ttarttalo. ¿Qué papel juega la editorial en sus trabajos? ¿Recibe bien las sugerencias o es de los que trabaja en solitario hasta que entrega el primer original?
Mi editora, Idoia Arozena, cuida cada detalle de una nueva novela. Y no es que reciba con agrado las sugerencias, es que las necesito. No me considero ni un héroe solitario ni un escritor autosuficiente. Para mí, contar con mi editora es saber que, por mucho que nos tropecemos en el camino, finalmente llegaremos a buena meta. Cada libro ha sido un aprendizaje mutuo. Tengo plena confianza en ella. Ttarttalo es un aval.
Al margen de la labor promocional de la editorial, usted maneja a la perfección las redes sociales, YouTube, etcétera. Hay quien cree que las nuevas tecnologías hacen mucho ruido y confunden, pero Mikel Alvira tiene claro que son una herramienta más de su trabajo. ¿Qué le han proporcionado hasta la fecha?
Entiendo que mucha gente use las redes como plataforma de relación personal. En mi caso es una herramienta de promoción y un puente con mis lectores. YouTube y Vimeo me aportan cobertura a mis creaciones audiovisuales. Facebook es mi escaparate y mi lugar de encuentro con otros escritores, con librerías, medios de comunicación y público. Me han permitido llegar donde mi agenda no me permite; estoy prudentemente encantado.
¿Qué le aporta el contacto directo, en vivo, con los lectores en las presentaciones, firmas, etcétera?
No concebiría esto mío sin ese contacto directo. Lo vivo con pasión, me divierte mucho y me aporta más de lo que yo doy. Asisto a cuantas librerías y bibliotecas me convocan. Poder estar con lectores y lectoras es algo a lo que no podría renunciar.
¿Cómo describiría su evolución como escritor en los últimos años?
Constante, laboriosa y satisfactoria. Esto no es una carrera de fondo porque no es ninguna competición; es más bien un continuo caminar, incluso sin metas.
También recorre otros caminos: la moda, el arte, la poesía, la enología... No para.
En la actualidad expongo una instalación, Ausencia, hecha con cien metros de alambre, botellas y un poema incrustado, dentro de la bienal de poesía visual Expoesía. Además, sigo con mis estampaciones en telas y sacando el texto del folio a muebles y objetos cotidianos, en los que escribo. Saqué un vino hace unos meses, homónimo de mi novela Cuarenta Días de Mayo. También estoy grabando un corto a partir de un guión mío y pronto, muy pronto, haré una intervención urbana escribiendo un enorme texto en el escaparate de Inocente de Mí, una tienda de moda. Sigo moviendo el bookbag, una colección de bolsos que llevan inserto un poemario y espero en breve dar forma a otro proyecto textil. Al fin y al cabo, es seguir con las letras pero en diferentes formas.

LA ALTERNATIVA GARAT (ÍÑIGO BOLINAGA)


Casi cien años antes de que Sabino Arana proclamara que Euzkadi es la patria de los vascos, el laburdino Joseph Garat propuso a Napoleón crear un estado denominado Nueva Fenicia que agrupara a los territorios situados a ambos lados del Bidasoa. Con demasiada frecuencia, este proyecto ha sido citado como una mera curiosidad, cuando no directamente como una extravagancia histórica, y lo cierto es que el nombre elegido para bautizarlo, que hoy nos resulta tan exótico, quizá no ha contribuido a que fuera de otra manera. Sin embargo, el proyecto de Garat estuvo perfectamente incardinado en las coordenadas políticas de su tiempo, un tiempo en el que Napoleón destruía y construía estados por toda Europa en función de los intereses del Imperio.


Artículo publicado en el periódico EL DIARIO VASCO (http://www.diariovasco.com/) de Donostia-San Sebastián el 11 de octubre de 2012.
Casi cien años antes de que Sabino Arana proclamara que Euzkadi es la patria de los vascos, el labortano Joseph Garat propuso a Napoleón crear un estado, denominado Nueva Fenicia, que agrupara a los territorios vascos situados a ambos lados del Bidasoa. Ahora, el historiador Iñigo Bolinaga ha publicada una historia novelada, una novela sin ficción sobre aquellos sucesos. Y cree que esta propuesta de estado vasco contiene todos los ingredientes del liberalismo y el nacionalismo modernos.
Iñigo Bolinaga nació en Elorrio. Es historiador, máster de Periodismo y máster de Estudios Vascos. Ha ocupado plaza de profesor suplente de Historia en la Cité Scolaire Internationale de Lyon, y de trabajador en la Ulster Historical Foundation de Belfast, dedicado a labores de apoyo en la realización de árboles genealógicos .
Joseph Garat fue un abogado vasco que participó muy activamente en los acontecimientos que marcaron una de las etapas más asombrosas de la Historia: la Revolución francesa y el Imperio. Junto a su hermano Dominique, fue representante del Biltzar (Asamblea) de Laburdi en los Estados Generales de 1789. Después, fue senador con Napoleón.
Garat buscaba la unión de los territorios vascos de ambas vertientes en una única entidad política capaz de garantizar la pervivencia y el desarrollo de la cultura y lengua vascas frente a la oleada uniformizadora que había levantado la Revolución, y creyó que el Imperio napoleónico era la gran oportunidad histórica para llevar a cabo este anhelo, dijo en la presentación de ayer el historiador Bolinaga.
Garat eligió el nombre de Nueva Fenicia porque, según sus lecturas eruditas y sus propias investigaciones, creía que los vascos descienden directamente de los fenicios.
No hay constancia de que el conocimiento de este proyecto se hubiera extendido más allá de las altas esferas políticas e intelectuales, pero es evidente que responde a las coordenadas de su tiempo, tanto en Europa como en el País Vasco -prosiguió el historiador-. Aquí, los acontecimientos políticos europeos revitalizaron un sentimiento identitario secular, cuyo eje eran los fueros. Sobre este sentimiento, Garat hizo una propuesta moderna, pues, en consonancia con los postulados de la Revolución, planteó algo parecido a un estado vasco unificado. Se trata de una visión inédita, basada, ya digo, en la filosofía de la Revolución, que se aparta completamente de los planteamientos que pudieron tener un Larramendi o un Arana.