viernes, 3 de agosto de 2012

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 368.-LA BALADA DE LOS MISERABLES (ANÍBAL MALVAR)


Título: LA BALADA DE LOS MISERABLES
Autor: ANÍBAL MALVAR
Editorial: AKAL
Trama: La desaparición de una niña gitana en un poblado marginal y de chavolas de Madrid no parece inquietar a nadie, salvo a la madre de la niña y su abuelo paterno, hasta que un policía marginado también entre los suyos decide hacerse cargo del caso.
Personajes: El Tirao, gitano que se ha desenganchado de las drogas y vive de pequeños robos, serio y reconcentrado en sí mismo, El Bellezas, padre de la niña desaparecida, al que parece preocuparle más su propia persona que su hija, O'Hara, de auténtico nombre Pepe Jara, inspector de policía politoxicómano, con un elevadísimo coeficiente de inteligencia, escéptico e irónico y al mismo tiempo entregado a su trabajo, su compañero, el inspector Ramos, que por lealtad a O'Hara siempre le acompaña en sus aventuras por absurdas que sean, Grande y Chico, pareja de matones y entre ellos, sin ningún típico de escrúpulo moral siempre al servicio de quien les paga, Ximena, antigua novia de O'Hara, rica heredera y periodista, que intenta descubrir qué hay detrás de la desaparición de la niña, Soledad Ortiz, religiosa combativa y feminista, que proporciona atenciones médicas a los habitantes del poblado
Aspectos a Destacar: El tono lírico, incluso poético en ocasiones, que el autor es capaz de dar a una historia que por lo demás es una novela negra, negrisima, con todas las de la ley, sin que ese lirismo sea complaciente sino que remarca aún más las miserias y atrocidades que en la novela se cuentan y se denuncian / La pluralidad de voces narrativas, muchas de ellas inusuales pero efectivas, ya que junto a sus protagonistas cuentan también la historia, la luna, la vejez, la placa de un policía o un loro, entre otras voces igual de insólitas pero que dan a la novela el toque lírico ya mencionado sin dejar de describir con crudeza los acontecimientos narrados y las causas últimas de los mismos.
La Frase: Inteligencia y supervivencia son valores inversamente proporcionales. Nadie ha visto nunca a una rata balancearse de la rama de un almendro, con una soga al cuello, la lengua fuera y la erección del ahorcado. Ni cortándose las venas en una poza o bañera de agua guarra. Ni arrojándose hacia el éter desde un sexto suicida.