viernes, 20 de abril de 2012

LA CIUDAD DE LOS OJOS GRISES (FÉLIX G. MODROÑO)


Félix G. Modroño publica 'La ciudad de los ojos grises', que bebe del Bilbao de inicio del siglo XX
He pretendido hacer una novela en la que el verdadero protagonista fuera Bilbao. Quien así se expresa es Félix G. Modroño, que acaba de publicar ‘La ciudad de los ojos grises. Este es el tercer libro del escritor, que tiene en su haber ‘La sangre de los crucificados’ y ‘Muerte dulce’, aunque en esta novela se ha alejado de la intriga que protagonizó el doctor Zúñiga para adentrarse en un relato de amor con tintes de intriga.
Ha creado un viaje que recorre el amor a una mujer y el amor a una ciudad. He pretendido que sea una gran metáfora, una gran canción y realmente he jugado con todo ese tipo de cosas, afirma G. Modroño para quien esta novela tiene un punto amargo: Cuando la escribo, coincide con el diagnóstico de una enfermedad terminal a mi madre y creo que es toda esa huida de la realidad, de mis noches, todo ese amor que tenía hacía ella. Finalmente murió en noviembre.
Sentía que tenía una "deuda" con la villa y los ánimos de Eduardo Mendoza -que le dijo que "para escribir sobre la ciudad que amas, tenía que haber distancia"- le impulsaron para lanzarse a la aventura de relatar el Bilbao de principios del siglo XX. Desde la distancia se tiene otra perspectiva, recuerdas lo bueno de la ciudad y eres más objetivo a la hora de enjuiciar las cosas, apunta el escritor.
La muerte de Izarbe marca el inicio del relato. Obliga a Alfredo Gastiasoro a regresar de París para hacer un homenaje a la mujer que amó, cuenta el autor de ‘La ciudad de los ojos grises’ quien añade que el protagonista se ve enredado en que quizá la muerte de Izarbe no fue una muerte accidental.
Se inicia una investigación, que desarrolla en las navidades de 1914. Hay flashbacks, que retroceden hasta 1870, en los que se ve cómo es la historia de amor entre los protagonistas y la evolución de Bilbao, explica G. Modroño. Aquellos años de la industrialización fue una época fue convulsa, con movimientos sociales. Bilbao era una villa pequeñita, donde todo el mundo se conocía. Hay un fenómeno demográfico, arquitectónico y social. Y esos cambios influyen en el carácter de los personajes de la novela.
Félix G. Modroño ha retratado a la ciudad en la que "aprendió a leer" con los "rótulos" de Rekalde que le llamaban la atención y su madre le explicaba. Una novela creada "desde la emoción y el cariño", de la que está a punto de salir la segunda edición.

Artículo publicado en el diario http://www.deia.com/ el 20 de abril de 2012. Redactora: Joana Pérez

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