lunes, 5 de diciembre de 2011

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 329.-UN MARIDO BUENO, UN BUEN MARIDO (ALEXANDER McCALL SMITH)


Título: UN MARIDO BUENO, UN BUEN MARIDO
Título original: THE GOOD HUSBAND OF ZEBRA DRIVE
Autor: ALEXANDER McCALL SMITH.
Editorial: SUMA DE LETRAS
Trama: Los casos que suelen llegar a una agencia de detectives en Gaborone, capital de Botswana, son relativamente sencillos: robos en una imprenta, una mujer que sospecha que su marido tiene una aventura, y asuntos así. Pero de vez en cuando a la Primera Agencia Femenina de Detectives le llega un caso más complicado, como los inexplicables fallecimientos en la misma cama en un hospital del país.
Personajes: Mma Ramotswe, fundadora de la Primera Agencia Femenina de Detectives de Botswana, mujer de gran corazón y que confía en el ser humano, pese a su oficio, su ayudante Mma Makutsi, eficiente secretaria convertida en detective adjunta, de carácter algo más agrio aunque de buen fondo, J. L. B. Matekoni, marido de mma Ramotswe y próspero dueño de un taller mecánico, buen jefe aunque algo inseguro en su trato con su mujer, Charlie, alocado aprendiz de J. L. B. Matekoni, Tati Monyena, subdirector de un hospital de Botswana y pariente lejano de Mma Ramotswe, hombre sencillo, muy preocupado por lo que está ocurriendo en su hospital con los pacientes ya que puede hacer truncar su carera profesional
Aspectos a Destacar: Frente al escepticismo, e incluso cinismo, habitual en las novelas criminales (sobre todo en las novelas negras), la obra de McCall Smith destila un fresco optimismo, mucho más extraño cuando habla de un país ubicado en el convulso continente africano, que por desgracia suele ser noticia, sobre todo, por sus guerras y catástrofes
La Frase: Pese a que intentaba quitarse de la cabeza la mención a las tres insólitas muertes, todo el tiempo le venía a la mente la imagen de Tati Monyena mostrando tres dedos y bajándolos uno por uno. Así, bien pensado, podía resumirse gráficamente la vida: un dedo que se levanta y después baja. Volvió a pensar en ello cuando abrió la puerta de su casa y accionó el interruptor de la luz. Encendido, apagado, igual que nuestras vidas.

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