jueves, 28 de octubre de 2010

POBRES MUJERES (IGNACIO CARRIÓN)

EL LIBRO: Ignacio Carrión, Premio Nadal de Novela en 1995, rompe su silencio narrativo con un volumen de relatos tan original como provocador. Trece piezas breves en las que indaga en aspectos cotidianos de la sociedad con mirada incisiva y prosa ágil y limpia. Un profundo sentido del humor lima la crudeza de la realidad observada por el autor, que se detiene en aspectos como las relaciones sociales y de pareja, la soledad, la incomunicación o la estrecha línea que nos separa de la locura. A la manera de un Chéjov moderno, Carrión construye literatura a partir de un viaje en taxi o una llamada telefónica, logrando que el detalle más nimio ofrezca un Universo donde se repasan con agudeza crítica los hábitos y costumbres del tercer milenio que acaba de iniciarse.

EL AUTOR: Ignacio Carrión (San Sebastián, 1938) estudió en las univesidades de Valencia, Madrid y Lovaina (Bélgica) y acabó Periodismo en 1968. Después de una etapa como librero, fue corresponsal para medios de comunicación como la agencia Efe, ABC, Cambio 16 y Diario 16 en San Francisco, Londres y Washington. Posteriormente se incorporó como redactor jefe y enviado especial al diario El País. Su estilo irónico, incisivo y preciso, en el que el periodismo nunca olvida su raíz literaria, le ha convertido en uno de los mejores reporteros y cronistas de los últimos tiempos. Ha publicado las novelas El Milagro (1990), Desahucio (1996) y Cruzar el Danubio, con la que en 1995 obtuvo el Premio Nadal. También el volumen de relatos Klaus ha vuelto (1992) y los libros de viajes India, vagón 14-24 (1977), Madrid, ombligo de España (1984) y De Moscú a Nueva York (1989). Como ensayista es autor de Alabado sea yo (1998) y del volumen autobiográfico Diarios (1961-2001) / La hierba crece despacio (2007).

LA MUJER MUERTA (MANUEL RICO)

LA NOVELA: Al filo de cumplir los cincuenta años, el pintor Gonzalo Porta decide dar un cambio radical a su vida: abandona Madrid y se traslada a vivir a Cerbal, un pueblo de la Sierra Pobre. Allí pretende romper con el arte abstracto, al que debe su éxito, y volver a sus orígenes realistas. Entre los objetos que le acompañan desde la gran ciudad figura un cuadro en el que un hombre mira a una mujer, apenas reconocible, parada ante la entrada de un cine. Esa obra atrae la atención de una misteriosa pareja de artesanos que recorre en un viejo jeep la sierra madrileña. A partir de ese momento, desde la soledad rural de su nueva residencia, Porta se adentra en un mundo fantástico, donde la realidad de la España de mediados de los años ochenta se confunde con los fantasmas de la posguerra.
Manuel Rico vuelve a indagar en La mujer muerta, una de sus novelas más poderosas, en sus obsesiones literarias: la memoria histórica, el papel del arte en la modificación de la realidad, el compromiso político, la repercusión en la sociedad actual de los desmanes cometidos por los vencedores de la Guerra Civil… Todo ello ambientado en un territorio literario recurrente en otras obras del mismo autor, la Sierra Pobre de Madrid, en donde el tiempo parece haberse detenido y se empeña en no avanzar hasta que los protagonistas culminen el viaje interior que les reconcilie con el pasado y les haga enfrentarse a la verdad.

EL AUTOR: Manuel Rico (Madrid, 1952) es, además de narrador, poeta y crítico literario. Ha publicado las novelas Una mirada oblicua, Los días de Eisenhower, con la que obtuvo el Premio Andalucía de Novela 2002, Trenes en la niebla y Verano, galardonada con el Premio Ramón Gómez de la Serna 2009. Es también autor del libro viajero Por la sierra del agua y de las dos novelas cortas agrupadas en Espejo y tinta. La antología Monólogo del entreacto recoge una amplia selección de su obra poética, uno de cuyos libros, La densidad de los espejos, mereció en 1997 el Premio Juan Ramón Jiménez. Su último poemario se titula De viejas estaciones invernales. Colabora en diversas publicaciones (Revista de Libros, Lateral, Letra Internacional, Ínsula) y ejerce la crítica en el suplemento Babelia, del diario El País. Es autor del único ensayo publicado sobre el conjunto de la obra lírica de Manuel Vázquez Montalbán, Memoria, deseo y compasión, de la edición de su poesía completa y de varias ediciones críticas de poetas contemporáneos. Dirige la colección de poesía de Bartleby Editores.

FRÍO DE MUERTE (MANUEL NONÍDEZ)

LA NOVELA: Durante los últimos años de reinado de Isabel II, a la degradación de la monarquía se une la corrupción política y militar. En ese clima sociopolítico, Madrid se despierta con el hallazgo de un cuerpo infantil salvajemente mutilado. No es el primer caso, pero a nadie parece importarle un cadáver sin nombre ni apellidos. A nadie excepto a Isaac Arribas, comisario de barrio inerme ante el horror de una España en descomposición. Arribas no cree en símbolos ni partidos y la experiencia adquirida con su profesión le hace vivir sumido en el desaliento. Junto con la sombra de Larra, por las páginas de esta palpitante novela transita el lado más oscuro y humano de personajes históricos que la tradición suele relegar al olvido.
Manuel Nonídez ha ganado el XIII Premio García Pavón de Novela Policíaca con esta obra que pone al descubierto las miserias de una época donde la política se alía con otros poderes para sojuzgar con mano de hierro a un pueblo sometido a la privación y la injusticia. Al tiempo que construye un relato negro apasionante, que indaga en la resolución de los crímenes hasta sus últimas consecuencias, describe con documentada minuciosidad aspectos del siglo XIX que reflejan un entorno dominado por el oscurantismo y los cenáculos secretos que atenazan a la sociedad con frío de muerte.

EL AUTOR: Manuel Nonídez estudió Banca y Bolsa e Informática. Actualmente compagina la dedicación a esta última actividad con la literatura y las colaboraciones en radio, prensa y televisión. Sus primeras obras fueron relatos cortos y teatro. Entre sus cuentos destacan Érase una vez (Premio Silverio Lanza), Señoría, Fruta de cera y Mano de santo (Premio Fráter de relato solidario). En cuanto a su obra dramática, es autor de Veinte minutos con la eternidad, Soldaditos de plomo y Palomas viejas, con la que logró el premio La Flauta mágica. Ha publicado varias novelas destinadas al público infantil y juvenil: Bartolo de Hormigos y sus amigos, El lado oscuro de la luna, El mercurio, el azufre y la sal (Premio Leer es Vivir), La cripta de los templarios, Tres palmos de cuerda blanca y El cementerio de las estrellas.

En su serie de novela negra protagonizada por Alberto Mas (Albert Thomas) han aparecido títulos como El perfume del diablo, En el nombre de los hombres y Mortuus liber. En 2008 consiguió el premio Drakul de narrativa por El aliento negro de Dios. Con Frío de muerte ha ganado en 2010 el XIII Premio Francisco García Pavón de Narrativa Policíaca.

LUCKY STARR 1 (ISAAC ASIMOV)

En este volumen recopilamos tres de las seis novelas que Isaac Asimov dedicó al personaje de Lucky Starr: LuckyStarr, patrullero del espacio, Lucky Starr y los piratas de los asteroides y Lucky Starr y los océanos de Venus. Como es sabido, Asimov escribió esta serie con un público juvenil en mente, así como con la idea de una posible adaptación televisiva. Muy poco de todo esto se percibe en las novelas, más allá de un conato de dotar a su héroe de una doble personalidad en la primera entrega, y por supuesto de que levanta un universo nuevo, no relacionado con sus series de los robots o de Fundación. Sobre todo, las historias de Lucky Starr tienen mucha más acción de lo habitual en Asimov, y una atractiva mezcla entre los coloridos escenarios de un sistema solar que hoy sabemos imaginario (los campos de cultivo de Marte, los océanos de Venus) y una rigurosa atención a los detalles de la física real: resulta impresionante leer cómo las naves espaciales y los astronautas de Asimov maniobran en el vacío de forma realista muchos años antes no ya del Apolo, sino del Sputnik.

LAS CENIZAS DE OVIDIO (DAVID WISHART)

Marco Corvino es hijo de un importante personaje de la Roma imperial, acostumbrado como patricio a los privilegios de su posición. Lamentablemente, ha decidido echar su vida a perder y se resiste a seguir la carrera política que su familia espera de él. No obstante, es consciente de algunas de sus obligaciones, y cuando una de sus clientes, la hijastra del exiliado poeta Ovidio, acude a él para negociar el retorno de las cenizas de su padrastro a Roma, Corvino no parará hasta averiguar las razones que hacen que los más poderosos círculos del imperio se opongan a conceder incluso ese último e inofensivo privilegio a un enemigo muerto.
Narrada con un estilo anacrónico que sería chocante si no resultase tan divertido, Las cenizas de Ovidio es como una novela negra clásica donde se sustituyen las mujeres fatales por las matronas no menos letales, los sicarios de gatillo fácil por los ex legionarios a sueldo, y los peces gordos corruptos por... vaya. Al mismo tiempo, los misterios que explora Corvino a su desenfadada manera son auténticos enigmas que desconciertan a los historiadores.