lunes, 5 de julio de 2010

CARTA DEL LIBRERO NEGRO Y CRIMINAL: TIEMPO DE PREMIOS

Se nos acumula la faena. Dentro de muy poco, en un par de semanas los premios de la Semana Negra de Gijon, pero nos piden los de Brigada 21, una asociación que trata de difundir el género negrocriminal que difundamos los cinco finalistas de las distintas categorías, por que la semana que viene harán públicos los ganadores. Pueden verlos pulsando aquí, en el blog de Negra y Criminal
Tiempo para leer. Pueden aparcar el libro que estén leyendo y echar una leída al nuevo número de .38, puntual cada inicio de trimestre como un buen y eficaz asesino a sueldo. Relatos, reseñas de cine, libros y cómics, siempre negrocriminales, chivatazos, matarratos, una selección amplia de novedades, y entrevistas con Erlantz Gamboa, el ganador del Premio L´H Confidencial, con la inquietante Caminos cruzados, y Christian von Ditfurth, el creador de Josef Stachelman. Aqui pueden encontrar el número 10 y los números anteriores http://www.punto38.es/
Y recuerden que aún hay tiempo para apuntarse al Curso “La creación de un personaje en la novela negra”, que se celebrará entre el 12 y el 16 de Julio, en San Lorenzo de El Escorial, patrocinado por la Fundación José Manuel Lara. Y no es nada caro. Compruébenlo en www.ucm.es/cursosverano. Vale la pena. Tardarán tiempo en verlos a todos juntos de nuevo.
Nuestra recomendación de hoy es la última novela del siempre original y sugerente José Carlos Somoza. El cebo, que publica Plaza & Janes. Madrid. Un brutal atentado terrorista. Un futuro desolador. El Espectador, el mayor y más salvaje homicida de todos los tiempos, anda suelto. La policía va en su búsqueda. Los métodos policiales han cambiado. La tecnología no funciona. Tiene que buscar dentro, en la mente, en los deseos del asesino. Para ello utilizan cebos, expertos en conductas humanas, entrenados para conocer las filias de los delincuentes y manipularlas a través de máscaras. Diana Blanco es la mejor, la más preparada, la única que puede atrapar al Espectador. Cuando la protagonista descubra que su hermana ha sido secuestrada por el asesino, iniciará una carrera contrarreloj para salvarla que la conducirá a la guarida del monstruo. A partir de este momento se desencadena un trepidante juego de sospechas que llevará a la protagonista a un sorprendente final lleno de acción y erotismo.
Después de leerla, Shakespeare y sus obras, tienen otra música .Y no se parece a nada de lo que hayan leído antes. Una advertencia, si van a uno de esos lugares homogeneizados que sólo saben mirar en el ordenador, que nos les den ninguna de las novelas homónimas de Juan Madrid, Tomás García Yebra o Dorothy Uhnak. Recuerden: El cebo del inimitable José Carlos Somoza.

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 211.-LA CALLE DE LOS ÁNGELES (JON ARRETXE)


Título: LA CALLE DE LOS ÁNGELES
Título original: FATUM
Autor: JON ARRETXE.
Editorial: EREIN
Trama: El asesinato en Lisboa de una prostituta de mediana edad parece ser un asunto sin importancia, sobre todo para la policía, que incluso acepta con entusiasmo que se “limpien” de ese modo las calles lisboetas en vísperas de que se inicie el campeonato europeo de fútbol. Tan sólo un ex policía, reconvertido en cantante de fados y amante ocasional de la prostituta, intentará averiguar lo que ha sucedido.
Personajes: Mario Barbosa, policía expulsado por corrupto, que sobrevive gracias al fado y al alcohol, alejado de sus hijos al culparle éstos de la muerte de su madre y que intenta por todos los medios averiguar quién mató a su amante, Belmonte, antiguo torero retirado por culpa de la pérdida de un ojo, apoderado de otros toreros, que pese a tener un historial de maltratador es un buen amigo de Barbosa, al que intenta ayudar, Paula, mujer policía antigua amante de Barbosa, que aún siente cierta simpatía por él, “El Pelirrojo”, policía compañero de Paula, violento y arrogante, que desprecia a Barbosa, Ileana, prostituta amiga de Barbosa, que intenta llenar el hueco que dejó su amante muerta.
Aspectos a Destacar: Aunque pueda sonar a tópico, Arretxe ha sabido impregnar a su obra de la tristeza y hermosura de un buen fado / El descenso a los infiernos de una serie de crímenes permitidos, si no alentados, por las autoridades para que así la ciudad dé una buena imagen de cara al turismo.