jueves, 22 de abril de 2010

"PÁJAROS SIN ALAS" EN EL BLOG "LA BALACERA"

LA BALACERA, el blog de Ricardo Bosque, ha publicado la siguiente reseña sobre Pájaros sin alas:


Aunque no lo parezca, Mikel Goikoetxea, más conocido como Goiko, es un tipo con suerte.
Obligado a solicitar la excedencia de la Ertzaintza, de la que era uno de sus mejores investigadores de homicidios por culpa de una acusación de pederastia aunque nunca pudo demostrarse su culpabilidad; separado de su mujer -Natalia, también policía-, que jamás creyó en su inocencia; rechazado por sus antiguos compañeros, para quienes ha pasado a ser un auténtico apestado; condenado a malvivir como detective privado, una especie de Marlowe a la vizcaína…
Y a pesar de todo ello, repito: un tipo con suerte.
Porque sólo con fortuna se puede salir indemne -si no consideramos como daños un navajazo, una breve estancia en prisión y un tiro a bocajarro- de un asunto tan complejo como el que le pone ante las narices José Javier Abasolo en Pájaros sin alas.
Un caso en el que deberá encontrar las pruebas de que la mujer de un conocido notario bilbaíno no murió accidentalmente sino que fue víctima de un asesinato. Al menos eso es lo que piensa el viudo, a pesar de que la policía haya decidido cerrar el caso ante la total ausencia de indicios que permitan pensar más allá del accidente o, en todo caso, suicidio.
Evidentemente, poco a poco Goiko se irá convenciendo de que el notario no andaba desencaminado y resolver ese caso le permitirá, además, saber algo más acerca de quienes forzaron su separación de la Ertzaintza.
Todo ello en una novela trepidante en la que Abasolo demuestra no sentir compasión hacia el lector, a quien conduce a un ritmo despiadado, sin siquiera permitirle abrir la boca para respirar, hacia un final de auténtica novela negra.
(Ricardo Bosque)

PRESENTACIÓN EN BILBAO DE "LA HIJA DEL ARTILLERO", DE FERMÍN GONGETA

Esta tarde, a las 19.00 horas, en la librería Elkar de Bilbao (calle Licenciado Poza, 14, se presentará La hija del artillero, novela escrita por Fermín Gongeta.

La hija del artillero es una novela centrada en un periodo de la vida de Dolores Ibarruri que abarca desde que, con apenas quince años, participó activamente en la gran huelga de 1910 hasta la caída de Madrid en manos de los franquistas, en 1939. La figura de "Pasionaria" renace en estas páginas para dar testimonio de su lucha inquebrantable en pro de los más desfavorecidos. El autor no reivindica su memoria como mito, sino como ejemplo de rebeldía contra los poderosos. Y ello con independencia de que no siempre acertara, algo de lo que ella misma fue consciente. A través de las vivencias de la protagonista, la novela presenta un fresco en el que están reflejadas cuestiones como las miserables condiciones de vida en la Zona Minera de Bizkaia, el uso de la religión como medio de control social y alienación, la tensión e incomprensión mutua entre naturales del país y emigrantes, las luchas intestinas en el movimiento obrero de la época, el advenimiento de la República, la reivindicación en pro del reconocimiento de los derechos de las mujeres o las claves del golpe militar y la guerra civil en que desembocó. Paralelamente, el lector se topará con personajes no siempre suficientemente recordados, como Perezagua, Prieto, Isaac Puente, Irujo, Galíndez o Jesús Monzón. Una novela, en definitiva, que acerca al lector a acontecimientos determinantes en la historia del siglo XX, cuyas consecuencias se prolongan hasta nuestros días.

CRUZ DE TRAMPOSOS (PABLO MUÑOZ)

En un viejo y destartalado convento franciscano que pudiera situarse en Navarra, es descubierta una antigua cripta que guarda una obra de arte muy valiosa, la auténtica Cruz de San Damián, icono del siglo XIII a través del cual la tradición asegura que Cristo habló a San Francisco de Asís. Las ansias por poseer la cruz desatan intereses, pasiones y ambiciones inconfesables en el seno del convento: una muerte que queda en el aire, una enajenación mental que acaba en manicomio, una fuga, una estafa y una jugada maestra. De trasfondo, la vida diaria de una comunidad religiosa de mediados del siglo XX, con sus rituales, normas, rezos y mortificaciones.

Entrevista publicada en el diario DEIA el 21 de abril de 2010. Redactora: Ruth Pérez de Anuzita:
El descubrimiento de una cripta que atesora un icono muy valioso, la auténtica Cruz de San Damián, destapa las debilidades de carácter y las oscuridades del alma de una comunidad de frailes. Así lo cuenta Pablo Muñoz en su nueva novela.
"Cruz de tramposos" supone un cambio de registro respecto a su primera novela. "Puertas Coloradas" era temática social abordada en tono amable; aquí se desatan la ambición y la muerte.
Esta novela tenía algo de desafío conmigo mismo. La primera novela era muy periodística, con personajes conocidos y escenas vividas, y lo relataba como lo he hecho tantos años en mis columnas, desde el punto de vista del que lo conoce y lo vive. El desafío era escribir sobre algo que no he vivido, cuyos personajes son ficticios. Treinta y cinco años de periodismo marcan mucho, te acotan. Ha sido muy distinto. He corrido el ese riesgo voluntariamente.
Lo que sí comparten es que no se concretan fechas ni lugares. El lector sabe que transcurre en la posguerra...
El convento lo ubico en Navarra, fundado por San Francisco de Asís a su regreso del Camino de Santiago. Deliberadamente no he concretado en exceso ni lugares ni personajes, pero se advierte el nacionalcatolicismo en pleno poderío.
Persevera también en la ausencia de nombres de los personajes.
Tengo una mala experiencia; en las novelas, suelo tener dificultades para identificar quién es quién. Cuando leí "Cien años de soledad", acabé apuntando nombres. Por eso a muchos sólo los trato por su cargo. Con el Síndico, por ejemplo, escribo pensando en uno que conocí y me habría salido su nombre. Yo fui fraile, y conocí a un procurador general que tuvo líos con la mafia -con otro nombre y otra vida- y también a un lego que fue preso en una cárcel y que coincidió en el mismo convento con otro lego que había sido su carcelero (episodios que transcurren en la novela).
Hay una crítica no explícita, soterrada en la narración, a las órdenes religiosas.
No es una crítica a las órdenes religiosas; es una demostración de que las normas, las ordenanzas, las obligaciones de culto y los rituales no llevan a la perfección ni pueden con las grandes pasiones humanas. En el libro hay un hilo conductor, que es un documento real, un Manual por el que se rige la vida de esos frailes desde que se levantan hasta que se acuestan. Cada minuto, cada actividad, cada gesto está impuesto, hasta el punto de que se describe el modo de besar el suelo. Esa vida, basada en una obligación tan detallada, se supone que conduce a la perfección, pero al final no consigue salvar al hombre de sus grandes pasiones y odios. La miseria humana está por encima de los códigos. A lo largo de la novela ese manual de instrucciones es una especie de banda sonora que va marcando los momentos, las situaciones, los silencios, para introducir al lector en esa vida enloquecida en la que todo está previsto.
La novela se abre con el principio del salmo 133: "¡Qué bueno y qué agradable es vivir los hermanos juntos!". La cita se revela rápidamente irónica.
Tengo un problema. Soy incapaz, desde siempre, de escribir sin sarcasmo, sin reírme de mí mismo o de los demás. Hasta en una novela negra y escabrosa como ésta asoma la ironía en cualquier momento.
Además de documentar la vida de los frailes, llama la atención el pragmatismo con el que se proponían y se aceptaban las "vocaciones".
Es cierto; en esa época concreta, la inmediata posguerra, había un hambre pavorosa y fue la época de oro de los seminarios. Se llevaban niños de nueve, diez u once años, y en casa se quedaban tan felices porque se quitaban bocas que alimentar, sus hijos tenían la vida resuelta y además se iban al cielo y, si se hacían curas, subía de categoría toda la familia. La cuestión era llenar seminarios. El caso de los legos era muy curioso. De hecho, el protagonista es lego porque dentro de la encorsetada vida del convento, los legos trabajaban en la huerta, en la cocina o pidiendo limosna, y podían salir y ser libres. Esta liberación del corsé conventual les hacía más normales, más humanos y, también, más canallas.
Existe un personaje, el limosnero, que acaba apoderándose de la novela. ¿Estaba previsto?
Es otra de las sorpresas. Soy un novato de la literatura, y mi intención era hacer una novela coral, puesto que el tema era la vida en comunidad. Cuando iba por el primer tercio de lo escrito, me di cuenta de que el personaje me había atrapado y se había colocado en el lugar del protagonista.
¿Le gustaría la novela al obispo de Gipuzkoa?
No creo, por lo que tiene de iconoclasta, de demoledor, sobre una vida religiosa que afortunadamente ya no existe, pero son miserias que la Iglesia católica lleva en la mochila, y a Munilla no creo que le guste cargar con ese equipaje.
Prepara su tercer libro. ¿Ficcionará alguna vez el conflicto vasco?
Es algo que he protagonizado y vivido demasiado de cerca. No podría, tampoco, porque las heridas están muy abiertas. Y tienen para rato.

FICHERO DE NOVELAS NEGRAS: 168.-AS DE ESPADAS (JAVIER OTAOLA)

Título: AS DE ESPADAS
Autor: JAVIER OTAOLA.
Editorial: VÍA MAGNA.
Trama: Un grupo de amigos, antiguos compañeros de colegio, que acaban de entrar en la cincuentena, se reúnen para conmemorar ese acontecimiento en una casa de retiro del Opus Dei, convocados por uno de los antiguos miembros de la cuadrilla, que en la actualidad es sacerdote. Pero lo que parece una nostálgica reunión de viejos camaradas tomará un giro inesperado cuando uno de ellos aparece muerto, con una makila (bastón ceremonial vasco) clavada en el pecho.
Personajes: Felicidad Olaizola, agente de la Ertzaintza, encargada de investigar el caso, Luis Raymond, naviero vasco de origen belga, el hombre asesinado, Rafa Unzeta, alto cargo de la Unión Europea, amante de la mujer de luis Raymond, Sabino García Iza, miembro del Opus Dei y destacado militante del Partido Nacionalista Vasco, concejal de urbanismo de Bilbao, Javier Arrien, funcionario del Gobierno Vasco y miembro de una logia masónica, Elías Olalde, directivo de una empresa de seguridad, José María Sarobe, empresario de pompas fúnebres, Reyes de la Torre, amante de Elías Olalde, Uliana Gorenko, amante del asesinado, de origen ucraniano.
Aspectos a Destacar: La descripción de una serie de personajes, aparentemente “triunfadores”, al filo de la cincuentena y el contraste en lo que querían ser, “unos buenos chicos”, y en lo que se han convertido / La integración en la historia de temas aún hoy aparentemente tabús como son el lesbianismo o la masonería / El ingenioso sistema que utiliza la policía encargada del caso (o el autor en realidad, para ser más exactos) para desenmascarar al asesino.