lunes, 8 de marzo de 2010

TRÍPTICO DE TRINIDAD (CARLOS GARDINI)

LA NOVELA: Mi tríptico será imperfecto pero ameno. Con estas palabras, el esclavo Aguanieve se dispone a narrar su crónica de Trinidad, la ciudad que lo ha subyugado y mutilado.
Un potente y misterioso veneno consume a la Ducásima, la maga y visionaria que vela por las leyes y el alma de Trinidad. El intento de resolver el enigma y conjurar la amenaza anuda a monjes, funcionarios, reclusos, carroñeros, guerreros, místicos y navegantes en una intrincada trama. El populoso claroscuro de Trinidad desfila ante los ojos deformes de Aguanieve: la Pampa del Desamparo, el universo carcelario de la Gema del Olvido, los acordes de la triple ópera, el sórdido Barrio de la Bazofia, el Chajá y su ejército de huesos, la eterna y monótona lucha que libran ángeles y demonios en torno al Eje del Mundo.
Con suma maestría, Carlos Gardini plasma en Tríptico de Trinidad un increíble universo de abigarrada imaginería, un mundo sometido a leyes excéntricas donde sin embargo las constantes humanas permanecen inalterables.

RESEÑAS Y COMENTARIOS: No asombra que Gardini recurra al camino de la fantasía: es allí donde él vislumbra la forma de contactar nuevamente a la palabra con su significado perdido. Es en el reino de la imaginación donde Gardini encuentra las verdades más profundas. (Quinta Dimensión)
La poderosa imaginería desplegada por Gardini se halla más al servicio del placer sensorial que de la razón, aunque la génesis de este singular universo quede al final perfectamente clara a la luz de la racionalidad. (...) No es de extrañar, por tanto, que cada acción llevada a cabo por tan peculiares personajes forme parte de un ritual que encierra un significado profundo aunque coherente, y que cada manifestación mítica oculte su correspondiente trasfondo tecnológico. (Literatura Fantástica)
El autor se permite combinar de manera increíble y sorprendente una imaginación poética y una erudición literaria que confluyen en dar paso a una fantasía épica que recrea, a modo de parodia, las grandes tragedias clásicas a las que añade un poco de sentido del humor. (Comentarios de Libros)
Rica en sugestiones, la cuidada prosa de Gardini desdeña las deformaciones al uso y conserva ante el horror o lo increíble el tono imperturbable que enseñó el maestro de Praga. (La Nación)
Gardini emplea un lenguaje riguroso sin caer en solemnidades. Es más: tal vez su mayor hallazgo en este sentido sea el permanente uso de la ironía, el humor socarrón que escapa de cada línea de texto. (Clarín)
Con un desbordante lirismo y una gran capacidad fabuladora, sus historias suelen ser ricas en ambigüedad y poseer diversos niveles que viajan desde lo cotidiano hasta lo metafísico. (Paura)
Gracias a su gran dominio de la escritura, Gardini logra comunicar cabalmente emociones e ideas, y abre abismos de reflexión para el lector sin atentar contra la fuerza de la narración, de las descripciones, de la acción ni de la intriga. (Un coin de ciel entre Salem et Midian)

EL AUTOR: Carlos Gardini (Buenos Aires, 1948) es autor de varias novelas y compilaciones de cuentos. Sus libros incluyen Primera línea (1983, con el cuento "Primera línea", premio Círculo de Lectores), Juegos malabares (1984), El Libro de la Tierra Negra (1991, premios Axxón y Más Allá), El Libro de la Tribu (2001), Vórtice (2002), Fábulas invernales (2004, finalista premio Minotauro) y Tríptico de Trinidad (2010). Sus relatos se han publicado en revistas y antologías de Argentina y España, y algunos se han traducido a varios idiomas. También ha incursionado en la literatura infantil, y recientemente la compañía Del Viento ha adaptado sus Cuentos de Vendavalia (1988) al teatro de títeres. Su extensa labor como traductor literario incluye Veinte sonetos de Shakespeare (2003). Tres veces obtuvo el premio UPC (calificado por el escritor inglés Brian Aldiss como "el premio de ciencia-ficción más importante de Europa") con sus novelas cortas Los ojos de un Dios en celo (1996), El Libro de las Voces (2001) y Belcebú en llamas (2007).

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