viernes, 24 de abril de 2009

LEJOS DE AQUEL INSTANTE



Una joven de una prominente familia desaparece sin decir nada ni a familiares ni amigos, un periodista recibe una visita desagradable, un antiguo exiliado que llegó a ser alto cargo en los servicios de inteligencia de los Estados Unidos decide regresar a su tierra tras haberse jubilado. Simultáneamente, un detective de complicado pasado, un inspector de policía al que sus superiores marginan y un agente de la CIA que desea prosperar en la organización, se sumergen en la investigación de cada uno de los sucesos que acabarán irremediablemente unidos, enlazando oscuros acontecimientos ocurridos en la lejana época de la Segunda Guerra Mundial con las tramas del narcotráfico que actúan impunemente hoy en día.


EL FARO DE VIGO (Patricia Álvarez)
La novela ganadora del Premio Prensa Canaria 1996 es un trepidante relato policiaco en el que se enlaza a los terroristas y narcotraficantes de hoy con los nazis de la Segunda Guerra Mundial.
Rara vez optan los jurados literarios por conceder premios a novelas policíacas, tradicionalmente despreciadas por la crítica y consideradas de segundo orden frente a la llamada literatura de calidad. A este género pertenece, sin embargo, Lejos de aquel instante, el libro que ha ganado el Premio de Novela Prensa Canaria en su edición de 1996. En esta ocasión, el jurado, compuesto por Manuel Vicent, Juan Cruz, Domingo Ynduráin. Blanca Berasátegui y Marta Jul, se ha inclinado por premiar, frente a valores más etéreos, la máxima actualidad del tema tratado en esta novela, su dinamismo y agilidad. Todo ello, unido a su proximidad a la realidad vasca y el estímulo que supone
para reflexionar sobre lo que ocurre hoy en el ámbito del contrabando de drogas, puede hacer que Lejos de aquel instante se convierta en un éxito de ventas.
Este premio supone, además, la revelación nacional de José Javier Abásolo, un joven escritor, desconocido pero no novato, que ha ganado ya otros concursos de relatos policíacos convocados en el País Vasco.
Dotado de una poderosa imaginación y de un notable dominio de los resortes del género, José Javier Abásolo construye en Lejos de aquel instante una compleja trama en la que se enlaza el entramado actual de Euskadi con la convulsa situación europea en los años de la Segunda Guerra Mundial. Tres sucesos aparentemente inconexos ponen en marcha la novela: la desaparición de la hija de un conocido empresario, el misterioso suicidio de un periodista que investigaba las redes del narcotráfico en el País Vasco y el
asesinato de un agente de la CIA que tras su jubilación ha vuelto a su Bilbao natal.
Mientras los cadáveres se amontonan, la historia se va complicando con la aparición de sectas destructivas de la personalidad, cargamentos de armas con destino a Ruanda, atentados terroristas, ex torturadores argentinos y lejanas conspiraciones nazis para fabricar la bomba atómica, Todo esto, que parece un rompecabezas indescifrable, lo resuelve José Javier Abasolo con inusitada habilidad. Aportando la pieza que faltaba las demás cobran sentido, cerrándose una trama en la que por fin no queda ningún cabo suelto.
Sin pretensiones estilísticas ni afán de crítica social. Abasolo ha elaborado un relato enormemente fluido en el que no faltan la acción, las escenas eróticas y el sentido del humor frente a una sociedad que se encuentra impotente.

EL CORREO (Pedro Ugarte)
Extraña un poco constatar que el País Vasco (uno de los escasos reductos novelescos de la civilizada Europa, por cuestiones sociopolíticas que no vienen al caso) es un territorio casi virgen para la narración policíaca. El carácter conflictivo de nuestra sociedad cuenta con todos los elementos para desarrollar la compleja trama que precisa esa vertiente novelística.
A esporádicos intentos anteriores se suma ahora Lejos de aquel instante, primera novela del autor bilbaíno José Javier Abasolo, un libro que acepta todas las normas del género y las explota con agilidad y ambición narrativa. Abasolo se propone un arranque en la mejor tradición: varios sucesos (el asesinato de un periodista, el de un agente jubilado de la inteligencia norteamericana, la misteriosa desaparición de una mujer) sin relación entre sí ponen en marcha la compleia maquinaria de la intriga. Abasolo crea una dual dirección detectivesca (Manuel Rojas, inspector de la Policía del Estado, e lñaki Artetxe, ex ertzaina que se ve obligado a sobrevivir como un oscuro investigador privado) para conducir al lector a través de un enmarañado laberinto de intereses y ambiciones, dentro de un enmarque paisajístico inusualmente cercano: el Bilbao del Ensanche, que cuenta con la referencia continua de sus calles y avenidas.
Abasolo se siente sorprendentemente seguro de sus fuerzas y culmina la trama según las leyes de un mecanismo de relojería. Lejos de aquel instante puede representar el arranque de una verdadera novela negra enmarcada en este país.

ABC (Pilar Castro)
A estas alturas, la sempiterna discusión sobre si es más o menos cierta la frase en la que los términos realidad y ficción alteran sus posiciones, para competir por el alcance de sus propuestas, ha perdido sentido Según testimonios de lo real, la ficción se Queda corta; según afirma García Márquez, es el propio novelista quien se ve obligado a atenuar la realidad en sus novelas por temor a que sus lectores no se la crean. Lo decía a propósito de las consideraciones suscitadas por la ”noticia” que daba su último libro, esa magnífica y descarnada crónica de la afrenta con la que el “holocausto” del narcotráfico desarticula, desde hace años, la realidad colombiana.
Si ahora vienen a cuento estas consideraciones es porque de nuevo otro libro pone el dedo en la espiral de terrorismo y violencia indiscrirninada que llena de accidentes la geografía humana de nuestro tiempo. No hay asombro en el hecho de que su autor se sirva del género negro. El modelo está ahí, en la trama de policías, detectives, jeques del narcotráfico y víctimas de una realidad sin recursos para defenderse. No hay necesidad, por tanto, de enmendarle la plana a ésta trasladando esos motivos, tan propios de la novela de acción e intriga, a otras fórmulas narrativas donde no se da prioridad a la sugestiva conciliación de lo novelesco y lo social.
Le que sí produce asombro -y admiración- es que el empeño proceda de un autor novel (el último de los galardonados con el Premio de Novela Prensa Canaria), José Javier Abasolo (Bilbao, 1957); que, además, éste actúe con conocimiento de causa -pues ejerce la abogacía en Euskadi y es funcionario del Gobierno vasco- y le regale a su primera novela la coherencia documental que requiere su caso: el de una acción recreadora de la indescifrable y compleja red de intereses que están al servicio de la violencia urbana. Un tema que siempre ha seducido a las historias policíacas, y que enganchará a quienes gusten de tropezar con la realidad acotada por las leyes de ese género. Pero sus méritos van más a!lá del valor documental y testimonial que se le supone a una trama amparada en los postulados de la ficción. Su argumento sucede hoy y pretende desarticular una banda de narcotraficantes con sede en Bilbao, pero ese plano actual esta relacionado con otro del pasado en el que coinciden los años del final de nuestra guerra civil y los que duró la segunda guerra mundial, tiempos difíciles para el mundo, y oportunos para negociantes sin escrúpulos Fue entonces cuando quedó Sin final el ajuste de cuentas que decide emprender ahora, cincuenta años más tarde, un alto cargo de la ClA.
Con él comienza la novela, preparando su regreso a Bilbao, su jubilación y un expediente sobre ese asunto de “narcos” en el que está dispuesto a intervenir. Él protagoniza una de las acciones que aquí se simultanean en un audaz cuadro de planos y en un arriesgado cruce de perspectivas sobre las que avanzan las pesquisas de otros personajes. Y es que la realidad que ofrece esta historia, además de ser fragmentada, tiene volumen y varias caras, y el mayor acierto de su autor está en la pericia que demuestra al ofrecer su relato como un esforzado proceso de construcción sobre el que va levantando extrañas coincidencias y casualidades que no parecen nada concluyentes.
Todo menos pistas que vayan dirigidas a un final que aclare las condiciones -¿suicidio, asesinato, accidente?- de una serie de muertes que nadie acaba de relacionar. Porque nadie se ocupa de ello, de todo, queremos decir. Porque ni siquiera se le puede llamar "caso” al rompecabezas de violencia que asesta la ciudad. De modo que es difícil esperar que la parcela asignada al viejo Inspector Rojas acabe en algo firme; o que lñaki Artetxe, el ex ertzaina que acaba de salir de la cárcel tras un malentendido que le acusó de “colaborar con el terrorismo” pueda avanzar en su acción de detective privado en busca de razones que justifiquen una extraña desaparición. Y así una larga lista de personajes que intervienen con su historia personal y que, si bien distraen en ocasiones con identidades de las que cabría esperar más, acompañan al lector con sus incertidumbres hacia un final que se ve forzado a resolverse demasiado deprisa, pero que deja pruebas sobradas de un agudo e inteligente estratega, de alguien a quien vale la pena esperar en nuevas afirmaciones del género negro.
(Pilar Castro, ABC)


« Jamais je ne t'oublierai », de José Javier Abasolo
Un journaliste d'investigation « suicidé » à l'héroïne. Un ancien de la CIA poignardé par un drogué à son retour au bercail... A Bilbao, les morts violentes se succèdent, dans une atmosphère lourde de suspicions. Sur fond d'enquêtes croisées, José Javier Abasolo signe un livre palpitant et passionnant. Après l'excellent « Nul n'est innocent » (L'Atalante, 2000), le romancier espagnol offre une nouvelle occasion de se plonger dans l'histoire de l'Espagne, depuis la Seconde Guerre mondiale jusqu'à la terreur de l'ETA.

DÍA DEL LIBRO EN PAMPLONA

Noticia publicada en el periódico de Pamplona NOTICIAS DE NAVARRA el 24 de abril de 2009.

La antigua estación de autobuses de Pamplona acogió ayer la II Fiesta del Libro y de las Flores. Numerosos ciudadanos, aunque no tantos como el año pasado, se acercaron a la cita y, los que compraron un ejemplar, se fueron a casa con un lirio, un geranio o una rosa
El sol lució ayer en Pamplona y animó a comprar en la II Fiesta del Libro y de las Flores, en la que lo único que se echó de menos fue precisamente eso, el sol. Los demás ingredientes estaban: los libros, para todos los gustos y bolsillos; las flores, vistosas y bienvenidas -sobre todo si son regaladas-; los amantes de la literatura y, cómo no, los libreros.
A las 11.00 horas abrió sus puertas en la antigua estación de autobuses la Fiesta del Libro y de las Flores, por segundo año consecutivo, pero esta vez no había cola para entrar como sí hubo el año pasado. Todo apuntaba a que el éxito de afluencia que sorprendió entonces, no iba a repetirse. Y así fue, aunque a medias. "No sabemos por qué, pero esta vez la mañana ha sido más floja que la del año pasado, quizá ha fallado la publicidad o simplemente es que la crisis está afectando mucho...", decía ayer el presidente de la Asociación de Libreros de Navarra, Jesús Sancha, a menos de una hora de cerrar la fiesta. Pero por la tarde la cosa mejoró. "Ha estado muy animada, con muchísima gente", decía Sancha.
La mayoría sabe lo que va a encontrarse y va expresamente a mirar y/o comprar. Como Mª Ángeles, pamplonesa de 59 años que pasada media hora de comenzar la fiesta ya tenía entre sus manos una adquisición: El arte de hacer vino. Lo compró en el stand de la librería Iratxe, especializada en ediciones antiguas. "Lo he cogido porque mi marido hace vino ecológico y en cuanto lo he visto me ha parecido curioso, por el formato pequeño. Es un regalo original", contaba la compradora, a la que, con el descuento habitual en todos los stands del 10%, le costó el libro 4,50 euros. Desde ahí hasta lo que uno se quiera gastar, aunque el precio medio de los libros que se ofertan oscila entre los 5 y los 30 euros.
"La gente busca en general libros económicos y amenos, fáciles de leer", apuntaba Vanesa Beltrán desde el stand de Librería Gómez. Y contaba que se están vendiendo muy bien últimamente "los libros de cocina orientados a la crisis, que explican cómo cocinar barato, fácil y rápido". También destacaba los libros de psicología familiar y, por supuesto, la novela, y dentro de ésta, el best seller de bolsillo.
libros estrella Entre los títulos de novela que más interesan a los compradores figuran los dos libros de Stieg Larson, Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Con el primero de ellos se hizo ayer Laura Lecumberri, pamplonesa de 30 años que acudió expresamente a la fiesta "aprovechando que tengo ahora tiempo libre". Compró también La soledad de los números primos , de Paolo Giordano. "Había oído buenas críticas de él", dijo. El libro de Giordano es otro de los títulos estrella estos días, como los últimos de Bernardo Atxaga (Zazpi etxe Frantzian, tanto en euskera como en castellano), Irène Némirovsky (Un niño prodigio yEl maestro de almas ) o Javier Cercas (Anatomía de un instante ). Pero cualquier título vale si entra por los ojos y es del gusto del comprador. José Uribe, pamplonés de 61 años, eligió Vida y destino, de Vasili Grossman. "Un libro histórico novelesco", dijo, para un amante de la lectura que ha devorado ya "siete libros en lo que llevamos de año", comentó. El Capital de Karl Marx y Ninguna mujer nace para puta de María Galindo y Sonia Sánchez fueron algunos de los títulos que despertaron interés en La Hormiga Atómica. Nerea, Índice, Abarzuza, Elkar Comedias y Elkar Larraona, Auzolan, El Parnasillo, El Corte Inglés, Librería Universitaria, Ikasbide y Arista son otros de los 14 stands de libros que están en la fiesta, junto a dos de flores: Tahoma y Floristería de Juan Carlos Esain. En estos despertaron interés las flores de temporada como geranios, hortensias, petunias, claveles, begonias...
Los libreros tienen claro que en tres días es imposible recuperar el bajón del 10% que han sufrido en las ventas en este primer trimestre, pero como decía ayer Jesús Sancha, "la fiesta nos vuelve a situar en el candelero para recordar a todos que estamos aquí, que el libro en época de crisis es un producto barato en comparación con otros, y que el 10% de descuento es un aliciente".

DÍA DEL LIBRO EN BILBAO

Noticia publicada en el diario DEIA el 24 de abril de 2009 por María R. Aranguren

¿Qué estás hojeando?
La calle Berastegi de Bilbao acogió ayer, por décimo año consecutivo, más de treinta stands en los que los libreros mostraron las novedades editoriales con un descuento del 10%. Regalaron, además de recomendaciones, lindos claveles.

El señor le gritó: "¡Saporrabudo!", pero él no sabía qué significaba. Si en vez de pasar la mañana en los famosos picos pardos, se hubiese acercado a la Feria del Libro, que ayer se celebró en la calle Berastegi de Bilbao, habría podido leer una definición poco decorosa de un insulto que viene a decir de una persona algo así como que es despreciable.
Pero el señor G.L. no se acercó a la Feria del Libro, ni abrió el Diccionario del insulto de José Antonio Millán (1.031 páginas de delicias innombrables), ni pudo aprovechar una oferta del 10% bajo un sol radiante que atrajo, desde esa primera hora en la que habitualmente hay más periodistas que transeúntes, a decenas de lectores interesados. Quizá algunos no eran tan lectores, pero el día era agradable y no había mucho más que hacer.
Bajo una pequeña carpa, más parecida a un invernadero que a un lugar de celebración de actos institucionales, el presidente de la Asociación de Libreros de Bizkaia, Kepa Torrealdai, se alegraba del sol radiante y de la "chavalería" que ayer se acercó a celebrar el Sant Jordi vizcaino: cientos de alumnos de Primaria de diferentes colegios que escucharon un mensaje cuya importancia a duras penas podía intuir. "Una de cada cinco personas en el mundo no saben leer ni escribir", destacó la portavoz de Alboan, que agrupa a distintas ONG, y que celebró un acto de la Campaña Mundial por la Educación.
"¿Qué es analfabetas?", se escucha al fondo con voz infantil. "¡Pues que no saben hablar!", contesta otro. Las dudas se despejan cuando varios alumnos del centro de educación de personas adultas de Galdakao leen textos sobre su experiencia, la de quienes han juntado por primera vez la n con la o siendo conscientes de su importancia.
"La lectura es esencial porque permite desarrollar el pensamiento crítico, conocer mejor lo que a uno le rodea", explica la profesora con gafas de ver. Mientras tanto, a través del plástico transparente de la caseta móvil, se percibe el color rojo del clavel. La rosa se reserva para otras tierras con más tradición y cultura de 23 de abril. Desde los stands, con la compra de un libro, regalan un clavelito. También desde Alhóndiga Bilbao participan con flores. Ofrecen pensamientos para todo el que se acerque.
Creando tradición
La tradición de feria se construye año a año con eventos y recordatorios. La concejala de Cultura, Ibone Bengoetxea, el director de Comunicación de la Cámara del Libro de Euskadi, Asier Muniategi, y la escritora Toti Martínez de Lezea, inauguran el día frente a un enorme pastel con diez velas cortesía de Bilbao Centro. "Es un regalo porque hoy se cumplen diez años desde que celebramos la Feria en Berastegi", explica Muniategi.
No es el único aniversario. Entre los diferentes puestos que se extienden a lo largo de la calle, destaca el de la ONCE, en el que no venden nada. Sólo informan y muestran algunos de los sistemas gracias a los cuales las personas ciegas pueden leer. "Es el bicentenario del nacimiento de Braille", aclara la joven que está a cargo del stand. El inventor de la lectura táctil. "No hacemos ninguna reivindicación. Simplemente queremos difundir el sistema de lectura y mostrar algunos ejemplos". Los libros infantiles juegan con el tacto. Una página al azar reza El bigote de mi padre. Bajo el rótulo, un mostacho como de disfraz adherido con pegamento.
En los demás puestos (superan la treintena) se exhibe el habitual escaparate de las librerías. Novedades con portadas atractivas, bestsellers y algunos clásicos.
La chica que soñaba, de Stieg Larsson, va por la octava edición. Otros, como El viaje del elefante, de José Saramago, o Esperadme en el cielo, de Maruja Torres, son los títulos que han sonado a lo largo del año a través de la radio, la prensa o la televisión.
El cine cuenta poco en esta feria. Cuenta, más bien, como referencia. Desde las bibliotecas municipales se repartió la guía No siempre una imagen vale más que mil palabras, en la que se establece una relación entre los títulos literarios y las versiones cinematográficas. La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa, o Lolita, de Nabokov. Frankenstein, de Mary Shelley, o El abuelo, de Benito Pérez Galdós. Todos, en la gran pantalla. Y no sólo clásicos. La idea de la guía es animar a quien todavía no ha visto El curioso caso de Benjamin Button, Los crímenes de Oxford o El jardinero fiel a que acuda a la fuente original, disponible en las bibliotecas.
¿Qué lee usted? No es tan fácil. Algunos preguntan qué leer, y las recomendaciones de los eruditos resultan demasiado lejanas. ¿Se fiaría, en cambio, de un anónimo? Un paseo por la feria nos acerca a los favoritos de los lectores, algunos presentes en las listas de los más vendidos, como Los pilares de la tierra, de Ken Follet, y otros algo más sorprendentes, como Ni de Eva ni de Adán, de Amelie Nothomb.
Lo del otro atrae más que lo que uno lleva entre manos. ¿Qué estás hojeando? La madre de Nati Fernández recurre a la autora archiconocida Toti Martínez de Lezea, de cuyos títulos son aficionadas ella y todas sus amigas. "Cuando nos juntamos intercambiamos los libros", confiesa en un día en que todos piensan en comprar y vender.
Entre todos, hay un puesto descarado que permite averiguar qué interesa a la gente. Es un stand abierto, de fotografías de gran tamaño que muestran un Bilbao que ya no existe, el de los años 20, 40 ó 60. No es novedoso. Imágenes como esas pueden verse cada domingo en la Plaza Nueva. Sin embargo, siempre encuentran adeptos que las recorren con la vista. Adquirirlas es otro cantar. "¡Si es que no sabría ni dónde colocarlas en casa!", asegura Roberto Moro, un bilbaino de 73 años que heredó de su madre la afición por la lectura.
Abre un libro, abre el mundo, reza la campaña Mundial por la Educación. ¿Cuántos libros, cuántos mundos?
Los lectores recomiendan...
Roberto Moro
Imágenes antiguas de Bilbao
Roberto Moro, de 73 años, acude cada año a la feria y se detiene en el puesto de venta de fotografías antiguas, que recomienda a todo visitante. En una imagen, observa una ría cargada de barcos frente al paseo de El Arenal. "Echo de menos esa vida que tenía la ría", dice. "Y también cuando bajaba la marea y acudía a cazar ratas con un tiragomas...", recuerda evocando su infancia.
Alfredo Arellano
'Los pilares de la tierra', de Ken Follet
Alfredo Arellano recomienda un libro tan conocido como exitoso: 'Los pilares de la tierra', de Ken Follet. Lo leyó hace un año y pico. Desde entonces, no ha tenido mucho tiempo de abrir un libro, pero ayer se acercó a la feria para echar una ojeada. "Tengo un hijo de 12 años y sé que es bueno que él me vea leer", comenta. "Cuando sea mayor, se lo recomendaré a él también".
Nati Fernández (con su madre)
'Asesinos sin rostro' (serie de Kurt Wallander), de Henning Mankel
En una bolsa, 'El hijo del viento', de Henning Mankel. "Lo acabo de comprar. No tengo ni idea de qué tal está, pero los que he leído de este autor los recomiendo", explica Nati Fernández, que se ha acercado a la feria con su madre. "Las primeras novelas que tiene son del género negro, pero siempre alude a temas sociales. Es un autor conocido, pero no lo suficiente", asegura.


FRANCISCO GONZÁLEZ LEDESMA - NO HAY QUE MORIR DOS VECES


He recibido procedente de la "Librería Negra y Criminal" de Barcelona, coincidiendo con el Día del Libro, No hay que morir dos veces, la última (por ahora) novela de ese joven octogenario llamado Francisco González Ledesma. No me resisto a copiar la dedicatoria que me hace: “Javier Abasolo, gran amigo, te debo mucho. Gracias. Un abrazo”.

No transcribo la dedicatoria para sacar pecho, sino todo lo contrario. Ledesma no me debe nada, soy yo quien estoy en deuda con él, que me hizo el honor de presentar hace ya cuatro años, en Barcelona, mi novela El color de los muertos. Y el hecho de que me considere su amigo, pues bien, eso sí que me envanece, pero considero que está más que justificado ese envanecimiento.
Si he copiado la dedicatoria es, precisamente, para mostrar su gran humanidad (el que es una gran escritor lo damos por supuesto) y cómo, siendo uno de los patriarcas de nuestras letras, no desdeña ofrecer su apoyo y amistad a alguien que está a muchas leguas de él.
Gracias, maestro. Eskerrik asko.