viernes, 13 de noviembre de 2009

APUNTES PARA UN FUTURO MANIFIESTO (FERNANDO LUIS CHIVITE)



Fernando Luis Chivite (Pamplona, 1959) ha escrito los libros de poesía El abismo en la pared (Premio Gerardo Diego, 1995) y Calles poco transitadas (Premio Ciudad de Irún, 1998). En prosa, es autor de la trilogía narrativa La tapia amarilla (1996), El viaje oculto (2001) y La fuga de todo (2003), y premio de novela Café Gijón 2006 por Insomnio. Es columnista habitual en algunos periódicos nacionales.
No siempre es fácil avanzar. / Luego llega una edad a partir de la cual / ya resulta prácticamente imposible. Desde este primer apunte para construir un futuro manifiesto, le quedará claro al lector el conflicto vertebrador del nuevo libro de Fernando Luis Chivite. A partir de una determinada edad, difícil de determinar, la conciencia humana debe fundar una relación distinta con el tiempo y con el paso del tiempo, con su biografía y consigo misma. Todo, o casi todo, debe revivirse y revisitarse –los conocimientos y creencias, las emociones, los ideales, el propio pasado–, en busca de la actitud adecuada para resguardarnos de la vida y seguir habitando en la vida.

EPIGRAMA DEL SEDUCTOR DE ANTAÑO (el presente poema ha sido recogido de la página web de la Editorial DVD: http://www.dvdediciones.com/novedades_apuntesfuturomanifiesto.html)
Volver a verlo al cabo de más de cinco lustros
con su bonita americana de cuadros
amarillos.
Todo lo que amamos, aquello
por lo que luchamos,
lo que merece la pena conservar.
La misma diestra seductora sonrisa aún a pesar
de que la dentadura es ya sin duda alguna completamente ajena, algo pagado.
Sin embargo, presiente, no es imbécil,
que a pesar del esfuerzo
ya nada es lo que era.
La gente se desentiende sin contemplaciones del sospechoso embaucador solitario y de su americana un poco demasiado ácida, por decirlo así.

POEMA DE LA FASCINACIÓN DE LO IMPROBABLE (el presente poema ha sido recogido de la página web de la Editorial DVD: http://www.dvdediciones.com/novedades_apuntesfuturomanifiesto.html)
Veíamos que todo era improbable y eso nos fascinaba.
Había una grieta:
lo sabíamos.
Éramos perfectamente conscientes de que por esa grieta
penetraba el azar: era eso
lo que nos fascinaba.
No nos hacíamos grandes ilusiones:
nuestros sueños eran más bien desolados
y trágicos.
Sin embargo había también una gran alegría
en nuestro fatalismo:
el destino trágico siempre ha seducido a los jóvenes:
incluso la muerte nos parecía una vieja dama
muy interesante.
Por supuesto, es algo que más tarde afortunadamente
queda atrás y se olvida.
Pero a los veinte años la muerte
(a esa maldita edad, la jodida muerte),
puede resultar bastante seductora:
sé muy bien
lo que digo

ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO DE NAVARRA EL 13 DE NOVIEMBRE DE 2009. REDACTORA: ANA ZÚÑIGA LACRUZ
Sesenta "hallazgos", como define los poemas Fernando Luis Chivite (Pamplona, 1959), configuran su quinto libro poético, Apuntes para un manifiesto; una obra publicada por DVD Editorial que ganó el Premio de Poesía Hermanos Argensola 2009 y que, en palabras de Fernando Pascual, encargado de la librería Auzolán, donde se presentó el libro, es de lo más bonito y lo mejor que ha hecho este periodista, novelista y poeta.
Apuntes para un futuro manifiesto es un título que sugiere, en palabras de su autor, una serie de presupuestos para la acción respecto a uno mismo. Se trata de un manual de resistencia elemental. Una actitud que surge en el poeta al rozar los 50 años: una época de crisis. No estamos inmersos únicamente en una crisis económica. Hay también una crisis de ideas, de valores... Estamos en un momento de agitación extrema, en una época convulsa.
Los valores y las esperanzas del pasado van perdiendo fuerza; lo que eran certidumbres se convierten en sospechas. Todo se tambalea. Pero queda la palabra vestida de poema, una palabra enfocada a la acción y resistencia de uno mismo a su tiempo, destacó Chivite.
Apuntes para un manifiesto, como mencionó el el poeta, guarda muchas similitudes con su novela Insomnio (2007) en la búsqueda deliberada de la claridad de la frase y la concisión y precisión del término, con la pretensión de huir de toda retórica. La única diferencia estriba en la posición del escritor. El poeta busca alejarse; establecer una distancia. Jugar con los símbolos, enredar con lo sagrado... El poeta desordena las cosas, reconoció Fernando Luis Chivite, quien aseguró que el escritor de poemas es honesto y se despoja de la ficción, dejándose sorprender por la poesía, que no es algo que se crea, sino que se halla. Una poesía con cierto carácter moral y presentada sin barroquismo ni alardes. Detesto la solemnidad y la verbosidad que veo en otros autores, afirmó el autor de poemarios como El abismo en la pared (Premio Gerardo Diego, 1995) o Calles poco transitadas (Premio Ciudad de Irún, 1998), que no descarta escribir un futuro manifiesto sobre la base de sus apuntes presentes.

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